jueves, 7 de agosto de 2008

Restituye Sedena a militar con sida


Militar dado de baja del Ejército por ser portador del VIH fue reinstalado en su trabajo y sus derechos laborales y humanos reestablecidos, después de resolución judicial que le fue favorable.

Guadalajara, Jalisco., 6 agosto 2008.- Un militar dado de baja hace seis años del Ejército por ser portador del VIH fue reinstalado en su trabajo y sus derechos laborales y humanos reestablecidos, después que la resolución judicial le fuera favorable.

Los centros de Atención Integral en VIH/sida, de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Pro) y de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad) señalaron en conferencia de prensa que el nombre de esta persona se omite para respetar su vida privada. En este caso, histórico para el estado de Jalisco, se documentó que el militar reinstalado es experto en mecánica; durante su trabajo sufrió un accidente que requería una intervención quirúrgica y semanas antes de la operación se le sometió a exámenes de rutina.

Sin embargo, el número de revisiones médicas fue en aumento y los médicos militares lo atribuían a errores de procedimiento, por lo cual la fecha de la operación se postergó. Posteriormente el militar recibió un certificado médico en el que se le declaraba inútil para seguir realizando su trabajo, porque los exámenes del virus de inmunodeficiencia humana practicados, sin su autorización, fueron positivos.

Ese día se enteró de que era seropositivo.

También se le informó que se iniciaría un trámite que culminaría con su baja del Ejército, y que mientras tanto tendría que permanecer en custodia familiar, retirado de sus actividades.

Un par de años después se le notificó la baja definitiva de las Fuerzas Armadas, después de casi dos décadas de servicio y se le dejaba a la deriva para solventar sus gastos, no sólo familiares, sino también los referentes a su salud.

En busca de apoyo llegó al Centro de Atención Integral en VIH-sida, AC, donde recibió diversas orientaciones y jurídicamente trasladó su caso al Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y al Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo.

Por los hechos se presentaron dos demandas de amparo: una por la consideración que hizo el Ejército sobre su inutilidad para trabajar, y otra contra la aplicación de una norma considerada inconstitucional en la Ley del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas, que lo inhabilitó como soldado en activo.

El militar logró mantener medianamente sus derechos hasta ser restituido en su puesto de trabajo en las Fuerzas Armadas, con todo y sus prestaciones originales.

Sector en riesgo

• El Centro Pro señaló que los integrantes de las fuerzas armadas son un grupo que vive en riesgo de contraer el VIH, porque la mayor parte de la población castrense tiene un rango de edad entre los 18 y 39 años (etapa de mayor actividad sexual).

• Otros de los factores son su alta movilidad, ya que los soldados viajan constantemente y tienden a estar alejados de sus entornos de origen, y sus prácticas sexuales.

• El Centro Pro recordó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación se pronunció por la inconstitucionalidad de la Ley del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas sobre la cuestión VIH/sida.

Fuente: Milenio Diario.

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